Falta entender que el mundo no evoluciona de la misma manera que evoluciona la tecnología y que en las culturas a veces se es muy permisivo con los menores de edad y sobre todo con las niñas, este post encara uno de los problemas mundiales que se esconde en las culturas y no en la legalidad, no se trata de la comprensión sobre un mundo desigual sino de la lucha de los derechos en favor de los desprotegidos.
Hasta hace poco, National Geographic, reveló testimonios desgarradores sobre el matrimonio infantil en países como Yemen, Pakistán, India y otros países de oriente medio, donde la población infantil es tratada como mercancía y que su función en la vida es la unión de familias ya sea por dinero o por posición social. ¿Pueden imaginarse una niña de tan solo 8 años unida en matrimonio con un hombre de 30 años y que no debe conocer a nadie mas hasta su edad madura que según la ley raya en los 18 años?
Resulta que en algunas culturas, el matrimonio precoz es algo habitual que ocurre con frecuencia y las menores asisten a dichos ritos o ceremonias de manera inocente y contraen matrimonio con hombres mayores y que en posición social se encuentran mejor ubicados, bueno, el matrimonio no resulta tan desgarrador, lo realmente desanimador es lo que sucede después de las bodas, donde el padre entrega a su hija a su prometido con la sola promesa que va a esperar hasta su edad madura para acceder a ella en la intimidad, por lo general este plazo no se cumple y las menores abusadas deben callar su tragedia o simplemente asimilar dicho acontecimiento como algo normal, asi esto conlleve a problemas físicos en su desarrollo.
Las personas pertenecientes a culturas ligadas al Islam justifican estas prácticas puesto que no hay ningún tipo de contravención en el Corán y que impida acceder carnalmente a las menores de edad, ya sea de manera formal o violenta, en algunos casos, se ha presentado que las niñas violadas han sido obligadas a contraer matrimonio con sus violadores pues está escrito en los libros religiosos que el violador debe contraer matrimonio con su víctima de forma obligatoria so pena de muerte de negarse.
Quienes han presenciado estas prácticas, no como invitados sino como investigadores, resumen estas situaciones como la presencia de la inocencia frente al morbo de una sociedad retrógrada y conservadora. Pueden decir quienes han estado presentes, que las niñas aveces hermanas son obligadas a contraer matrimonio con el mismo hombre y son arrebatadas de sus hogares para hacer parte de una nueva familia lejos de sus progenitores, nadie dice nada en contra, incluso las autoridades reciben dinero y permiten que estas acciones sigan su curso.
En algunos casos registran la presencia de prendas largas y velos para disimular la edad frente a las autoridades, se usan tacones para que las infantes de entre 8 y 9 años parezcan más altas y así pasar desapercibidos frente a las pesquisas momentáneas que hacen las autoridades en contra de estas prácticas ilegales.
Aunque estas prácticas han sido motivos de tendencia en las redes y en los medios de información, algunas menores se han vuelto en contra de sus progenitores y esposos para denunciar ante los estrados judiciales estas prácticas que dejan en evidencia la corrupción y el abandono de las autoridades en los lugares alejados o descentralizados. Hace algunos meses fue noticia mundial la presencia de una menor de 8 años que se presentó frente al juzgado de Nueva Delhi, denunciando su situación y donde relato crudamente su situación, lo que hizo que las autoridades reaccionaran para favorecer a la menor pero no para castigar a sus progenitores y mucho menos al victimario.
Creemos que los menores de edad y en su mayoría las niñas deben tener un manto de protección, no solo social sino también emocional, obviamente en el marco legal que establezca cada país como medida de protección de integridad humana. (Lee también: IRAK será el primer país en legalizar el matrimonio con niñas)