Japón es uno de los países con el índice de criminalidad más bajo del mundo. En el 2014 se presentó solo seis muertes con armas, mientras que en Estados Unidos se produjeron 33.599, esto se debe a las estrictas reglas que se tiene para poder conseguir un arma en Japón, ya que las personas interesadas deben tener paciencia y determinación para poder cumplir con todos los requisitos que se necesita para obtener un arma de fuego.
Las personas deben asistir días enteros en clases de manejo de armas, pasar un examen, hacer una prueba de polígono de tiro donde se tiene que tener un 95% de aciertos, también deben someterse a un test de salud mental y de consumo de drogas. También las autoridades revisan los historiales criminales y la policía busca posibles vínculos con grupos extremistas, también investigan a sus familiares e incluso a los amigos del solicitante.
Las armas de mano están prohibidas, solo se permiten rifles y escopetas de aire comprimido. Las tiendas de armamento son muy pocas y en ellas solo se puede comprar cartuchos si devuelven los comprados anteriormente. Lo dueños de estas tiendas deben decirle a las autoridades el sitio de almacenamiento de las armas y también deben estar separadas y bajo llave, las autoridades cada año hace revisión del armamento.
Las personas que tiene su arma legal reciben una licencia de armas la cual vence cada tres años y para renovarla deben volver a pasar los exámenes y las pruebas. Todo este estricto control explica por qué en japón los tiroteos masivos son muy pocos, es más, cuando ocurre asesinato en masa el agresor utiliza arma blanca.
Está ley en Japón comenzó a regir en el año 1958, incluso cuando las armas comenzaron a llegar al país ya tenían una rigurosa legislación al respecto. Los policías japoneses muy poco utilizan armas, son más capacitados en artes marciales y se espera que todos los agentes lleguen a ser cinturón negro en judo y se dedican más a practicar el kendo (Peleas con sables de bambú) que en hacer polígonos de tiro.
En el 2015 las autoridades policiales de Japón solo dispararon seis veces bajo amenaza, los policías japoneses solo acuden a un método y es envolver a la persona revoltosa en un enorme futón (colchón de algodón) y trasladarlo a la comisaría para que se calme. Ahora para los criminales japoneses existe una ley tan dura de control de armas que les trae problemas a la mafia japonesa Yakuza, que ha disminuido el crimen en los últimos 15 años y para quienes quieren portar armas deben buscan la forma de conseguirlas ilegalmente o traerlas de contrabando de otro país.
Una norma muy estricta para poder portar un arma en Japón, pero gracias a esto, la criminalidad es muy baja "la respuesta para la violencia no es nunca la violencia", dice Anthony Berteaux, periodista de Tokio y especializado en temas de la región Asia-Pacífico. (Lee también: 10 Datos curiosos sobre el sistema educativo de Japón)