"Esta iniciativa se da porque a su juicio las tareas dificultan el desarrollo integral de los niños, más allá de los conocimientos académicos"
Cansados de que las tareas les quiten el fin de semana con sus hijos, madres y padres de estudiantes de centros públicos españoles han convocado para noviembre una huelga contra las tareas escolares.
La "huelga de deberes" durante los fines de semana de noviembre la ha convocado la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), una comunidad que representa a unos 12.0000 de los más de 18.000 centros públicos de España.
El proyecto, sin precedentes, va dirigido al comienzo a los estudiantes de primaria, Secundaria y Bachillerato, es decir desde los 6 hasta los 17/18 años de edad.
España es la quinta nación (de un total de 38 estudiados) con la mayor carga de deberes para los estudiantes después de Rusia, Irlanda, Italia y Polonia, 6,5 horas a la semana frente a una media de 4,9, de acuerdo a la edición 2012 del informe PISA de educación, elaborado por la OCDE.
Esta carga académica no se traduce a un mejor rendimiento de los estudiantes españoles, a los que este documento da tradicionalmente una puntuación mediocre en lectura, ciencias y matemáticas.
En cambio en Corea del Sur y Finlandia, dos de las naciones con mejores resultados de acuerdo al informe PISA, la media de deberes semanalmente era inferior a 3 horas.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) asegura a fines de 2014 que, a la luz de las estadísticas del Informe PISA, la carga de deberes "no suele estar relacionada con el rendimiento global del sistema escolar"
José Luis Pazos sustenta que hay un problema con la educación en España, todavía muy apegada al método tradicional de memorización. De acuerdo con él, en una sociedad en la cual es tán sencillo acceder a una infinidad de datos, "lo que les tenemos que enseñar a los alumnos no es a que memoricen, sino a gestionar la información, a ser críticos, a seleccionar lo que vale y lo que no vale, y lo que no necesitan en su día a día".
"La sociedad ha cambiado profundamente a su alrededor, pero el ambiente en el aula no" detalla. (Lee también: La universidad, "Una fábrica de certificados")