Si la sociedad se comprometiera a frenar el cambio climático, lo primero que debería tener en cuenta es la reducción del consumo de carne. Las emisiones anuales de dióxido de carbono emanadas en el sector ganadero, incluyendo el ganado vacuno, y ovino así como pollo y cerdo, las proteínas mas consumidas en el mundo, son equivalentes alas cantidades de emisiones por quema de combustibles fósiles de todos los automóviles que actualmente circulan en el mundo. Este es un estudio realizado por algunos científicos y expertos en el mundo.
Los estudios apoyados por la Universidad de Estocolmo, sostienen que la dieta alimenticia del ser humano actual es incompatible con la meta de frenar el cambio climático. En la actualidad, la actividad humana produce unas 49 giga toneladas de dióxido de carbono y para retener el impacto ambiental se debe reducir este indicador hasta las 23 giga-toneladas en emisiones, meta que solo seria posible dejando de lado el consumo exagerado de proteínas derivadas de la carne.
En la cadena de valor vinculada al consumo de carne, se emiten grandes cantidades de partículas contaminantes como el dióxido de carbono, el oxido nitroso y el metano. La demanda generada por este negocio va desde el momento de la cría hasta el ultimo destino que es la despensa en los hogares, por lo tanto se debe tener en cuenta: las grandes áreas para la preparación de cultivos, la alimentación, las centrales de sacrificio, las zonas de calefacción y refrigeración de dichos productos, estos valores solo corresponden a los procesos humanos sin embargo los animales generan contaminantes en el estiércol y el deterioro de las superficies de pastoreo.
La producción de carne de res representa 8 veces la cantidad que la producción de carne de pollo y 7 veces mas que la producción de cualquier verdura o fruta en el sector agrícola, aunque las diferencias estén marcadas entre los tipos de carnes, ninguna de estas supera la producción mínima de emisiones presentes en los cultivos de frutas verduras y legumbres.
Hay que comenzar a analizar cual es el impacto de nuestra existencia en el planeta , no solo por cuestión de salud, hay que proteger el medio ambiente y los ecosistemas, el consumo excesivo de carne y el daño en el planeta están vinculados al uso del suelo, dos tercios del sector agrícola se invierten para la producción de carnes, lo que margina otros productos básicos de consumo humano. Aunque los científicos no obligan a dejar de lado la carne y convertirnos en vegetarianos, si insisten en la creación de entes reguladores sobre la producción y consumo animales. (Lee también: La regulación de bolsa plástica se volverá prioridad en Colombia)