Pocas personas se preguntan de donde provienen las sales que el cuerpo consume, pues los mas consumidos en las dietas alimenticias suelen ser los panes, las galletitas y las carnes procesadas que incluyen sodio como una práctica conservante y mejorador de sabor. Casi un 70% de la sal que el cuerpo consume se encuentra en los alimentos procesados lo que traduce un riesgo elevado para la salud de las personas, aunque las autoridades reguladoras hacen un continuo seguimiento a los contenidos de sodio presentes en dicho alimentos.
La Fundación Interamericana del Corazón con sede en argentina alerto sobre el elevado contenido de sodio en muchos de los alimentos que se comercializan y se consumen dentro del país y que por temas comerciales también se expenden en países de comercio libre. Colombia es un país que suele importar productos procesados y por la misma razón los niveles de hipertensión en la población pueden superar hasta el 30% del total. El consumo puede a veces duplicarse debido al desconocimiento de los niveles de sal presente en los productos consumidos.
Los productos que se acercan a los derivados cárnicos, son las salsas y los productos untables como dips y quesos, los aperitivos y las comidas rápidas. Aunque la lista puede ser mas grande hemos destacado estas categorías por presentar un alto índice de consumo, hay que recordar que una de las principales es la hipertensión arterial y el principal de factor de riesgo es el consumo excesivo de sal.
Si las entidades reguladoras prestaran mas atención a las compañías generadoras de productos procesados, disminuyendo el contenido de sodio presente en los alimentos se lograría mejorar las condiciones de salud y por consiguiente se podrían disminuir las tasas de mortalidad. Si en las dietas alimentarias se lograra reducir tan solo 5 gramos de sal se podrían evitar uno de cuatro accidentes cerebrovasculares.
Las consecuencias de consumir en niveles exagerados no solo conlleva a padecer problemas en el corazón, sino también a provocar enfermedades renales, osteoporosis, diabetes y el cáncer. Libertad y Pensamiento recomienda antes de consumir leer la información nutricional impresa al respaldo de cada producto para evitar tener problemas de salud en un futuro. (Lee también: Tres ingredientes que no deberías agregar al café.)