Hace poco salí de mi casa y por pura casualidad encontré una niña que por mas no decir me entristeció, con las uñas apenas crecidas, como si fuese una muñeca de trapo simulando ser adulta, según parecía estar arreglada como una Barbie con menos de un metro de estatura proyectando un look diseñado por sus padres. No pude generalizar estas conductas, pero tuve en cuenta los medios de comunicación que en sus programas infantiles promulgan mini reinados de belleza que a la postre hacen que las niñas abandonen sus estudios y entren en el mundo del modelaje. Recuerdo que hace poco una psicopedagoga llamada Mónica Coronado, planteó algunos métodos para proteger la infancia en las niñas que suelen ser las más propensas a sufrir de híper-sexualidad.
Los comportamientos adultos pueden llegar a afectar el desarrollo psicológico de una niña, más aun cuando se le enseña desde muy infante, la necesidad de crear una imagen en la personalidad para gustar, de tal manera que sino se reúnen los conceptos de belleza, docilidad y ternura pues les será muy difícil hacerse querer. Los padres suelen reemplazar los juegos que permiten la creatividad y la imaginación y les incluyen elementos de cosmetología como esmaltes, labiales y otros artículos cargando sobre la niña una imagen ficticia para gustar a los demás. El manejo mercantilizado de la imagen femenina tiene como fin, gustar mediante la imagen maquillada, y está muy bien el hecho de arreglarse para realzar la belleza, solo que el contraste se denota cuando sexualizamos e incluimos poses y artículos como ropa y accesorios en una edad temprana.
Aunque la híper-sexualidad se da más en las niñas que en los niños, puede traer consecuencias graves puesto que en la adolescencia estarán delimitados a sentir la aprobación de otros para poder vestir a la moda, una moda que les hará pobre su autoestima, la imagen que tendrán de sí mismos será pobre y la habilidad de actuar como seres humanos pensantes también estará en riesgo.
En la escuela se verá delimitado en la adquisición de amigos y tal vez su rendimiento académico no sea bueno pues su desarrollo cognitivo estará ligado a la identidad creada a partir de lo más frágil que es el juicio ajeno, es decir la inclusión de las preocupaciones adultas afectaran los espacios para el juego creativo.
Todas las niñas en edad temprana son lindas y que juegue con los cosméticos de la mamá es algo lógico, pero no es necesario establecer rangos esteticistas para que viva preocupada por si se ve bonita o no. Para que la belleza en las niñas se note es necesario dejar brillar su alegría, crear ambientes para un desarrollo sano sin barreras funcionales del mercado.
El narcisismo debe hacerse a un lado e implementar medidas para que el niño se enamore de sí mismo en versiones mejoradas, es decir que se convierta en un ser humano cuya principal actividad sea el juego y la experiencia. (Lee también: 10 Razones por las cuales no debes vacunar a tus hijos)