Considerada como la máxima expresión de infelicidad, el suicidio, es el resultado de situaciones complejas como la impotencia, incapacidad, estrés e insatisfacción, según la Organización Mundial para la Salud casi un millón de suicidios ocurren durante el año y por cada uno de ellos hay veinte mas que fracasaron en el intento, pero ¿ influye en esto, la política? ¿se entera de esto la economía?
La situación económica y financiera personal en quiebra pueden ser una de las causas que mas relevantes que conllevan al suicidio. No es del todo cierto pero el hecho de estar desempleado aumenta dramáticamente la probabilidad de un suicidio. el ser humano esta capacitado para explotar su experiencia y sus habilidades en cualquier campo y la no existencia de un empleo para materializarlos se convierte en una barrera que combinadas con las angustias financieras (deudas bancarias, pago de servicios, obligaciones familiares, etc...) generan efectos negativos en las personas.
Aunque no es necesario atentar drasticamente contra si mismo, estar desempleado puede causar falta de apetito y somnolencia que al agudizarse, se convierten en cáncer o depresión crónica que conlleva a otras enfermedades mortales, es común de una persona deprimida por el desempleo sentirse no productiva en diferentes ámbitos, comparado con una sociedad consumista esto incrementa el problema.
La solución no se trata de generar empleos sino promover una visión seria e integral que ponga en consideración los aspectos cuantitativos y cualitativos del mercado laboral, que enfoque su visión a la observación de las características humanas de cualquier empleo. (Lee también: 30 minutos al día de meditación reduce la depresión y la ansiedad)